Broholmer Raza de perro perteneciente al grupo de los molosos, de tipo mastín, criado en la Dinamarca medieval como perro de caza y de guarda
IDENTIFICACIÓN PERSONAL (según el estándar de la raza):
- Grupo: 2 FCI (pinschers, schnauzers, molosos y perros boyeros suizos), sección 2 (molosos)
- Aspecto general: el Broholmer es un perro de tipo mastín, fornido y de cuerpo alargado.
- Altura: unos 75 cm (macho), unos 70 cm (hembra).
- Peso: 50-70 kg (macho), 40-60 kg (hembra).
- Cabeza: Grande, pesada, de porte bajo, cráneo ancho, casi plano, ligero stop, líneas de perfil paralelas. Hocico de la misma longitud que el cráneo, profundo, labios moderadamente caídos.
- Ojos: Redondos, pequeños, de color ámbar claro a oscuro.
- Orejas: Pequeñas, de implantación alta, colgantes
- Cola: de implantación baja, colgante, nunca enroscada sobre la espalda
- Piel: gruesa y suelta, especialmente en el cuello
- Pelaje: corto, ceñido, con subpelo denso
- COLOR: amarillo con máscara negra, dorado, rojo, negro, posibles marcas blancas en el cuello, las patas y la punta de la cola.
Broholmer – un poco de historia
La primera mención a la tenencia de cuadrúpedos en la corte real de Dinamarca se remonta al reinado de Federico II (1558-1599). Varios siglos después, durante el reinado de Federico VII (m. 1863), el tipo de raza de estos animales ya estaba establecido y equilibrado.
Uno de los favoritos de la realeza, el Tyrk, retratado muchas veces con su amo, fue el modelo del primer estándar de la raza redactado en 1886. Los animales de Federico VII aún no llevaban su nombre actual (se llamaban «perros de Jaegerspris» por el castillo de la familia de la reina, hogar de la condesa Danner) y no se utilizaron para la caza durante mucho tiempo. Hoy son perros guardianes representativos y compañeros humanos.
El nombre actual Broholmer de la raza proviene del castillo de Broholm, en la isla de Fynn, que perteneció a Niels Friedrich Sehested (fallecido en 1882), cazador de la corte real. Tras la muerte de Federico VII, decidió evitar la extinción de los «perros reales», que criaba en sus dos fincas: la mencionada Broholm y en Gudme.
Además, durante varios años hubo una perrera en el castillo de Jaegerspris y en el zoológico de Copenhague, donde entre 1840 y 1870 nacieron supuestamente más de 400 cachorros. Ya entonces se decía que existían dos tipos de perros: los del castillo de Jaegerspris y del zoo eran pesados y «con aspecto de mastín»; los de la perrera de Sehested eran claramente más ligeros.
El criador suizo de San Bernardo Friedrich Bloesch, en una carta a una revista cinológica que se editaba en su país (1902), escribió «Cuando mi amigo von Binser regresó en 1864 de su patria, Dinamarca, trajo consigo un perro amarillo, muy parecido al mastín actual. Este perro no era tan macizo, pero tenía una cabeza maciza con piel ondulada, una gran papada y unos huesos gruesos
Si se me permite decirlo, estaba a medio camino entre un poderoso perro alemán y un mastín. Era un animal maravilloso, parecido a una leona, un guardián y compañero inigualable, y además completamente no agresivo». Nada que añadir, nada que quitar. Esta descripción puede considerarse incluso un «modelo en pocas palabras».
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