Perro canario
Perro canario raza canina perteneciente al grupo de los molosos del tipo mastín, criada en las Islas Canarias para la guarda y vigilancia de rebaños de ganado y para la lucha con perros.
Información básica:
- Grupo: 2 FCI (pinschers, schnauzers, molosos y perros de montaña suizos), sección 2.1. (molosos)
- Altura: de 60 a 65 cm (macho), de 56 a 61 (hembra)
- Aspecto general: El Perro canario es un perro moloso de tamaño mediano con un cuerpo rectangular. Siempre con una máscara negra.
- Cabeza: Masiva, con piel suelta, hocico más corto que el cráneo, muy fuerte, stop marcado, arcos cigomáticos bien definidos, labios oscuros y ligeramente caídos.
- Ojos: Medianos o grandes, más bien ovalados, de un color a juego con el pelaje, desde el avellana hasta el castaño oscuro. Expresión confiada, un poco despistada, en los cambios de estimulación a audaz y aguda.
- Cuerpo del presa canario: Ancho y profundo, pecho amplio, costillas fuertemente arqueadas. Espalda ancha, fuerte, se eleva ligeramente hacia la grupa. Grupa ancha y no demasiado larga. Cola gruesa en la base, se estrecha hacia la punta, llegando hasta el metatarso. En movimiento de pelo de sable.
- Corvejones: Hueso y músculos fuertes. La angulación de la espalda no es demasiado profunda pero no es empinada.
- Pelaje: Corto, ceñido, duro al tacto.
- COLOR: Leonado y arenoso en diferentes tonos, rayado de muy oscuro a claro. Se permiten pequeñas marcas blancas. Necesaria máscara negra, que no debe superponerse a los ojos.
El perro canario – Un poco de historia:
La historia del perro canario, hasta hace poco conocido como presa canaria, es muy dudosa, pero se puede suponer que desciende del antiguo perro español, que apareció en la isla de Tenerife con los romanos. Cruzado con perros locales, llamados majoreros, dio origen al perro de presa canario.
Este magnífico perro servía de guardián de las granjas. Pero no sólo. No era raro que acabara con su vida servida en bandeja. Los isleños también utilizaban el Molos para defenderse de los perros salvajes que diezmaban sus rebaños. Algunos historiadores incluso afirman que el nombre de las Islas Canarias deriva de la palabra «caña». (perro) y, por lo tanto, tiene que ver con la presencia de un gran número de perros salvajes que habitaban esa parte del mundo en aquella época.
El perro original de Tenerife y de las demás islas del archipiélago ha cambiado a lo largo de los años. En los siglos XVI y XVII, en una época de auge del comercio del vino, llegaron a las islas los británicos y sus molosos, conocidos por su combatividad. Este fue el comienzo de una nueva carrera para el Perro Canario, que fue cruzado con estos perros y puesto a pelear.
Las competiciones tenían lugar entre perros de diferentes islas del archipiélago y se convirtieron en una tradición allí, pasando a ser un pasatiempo favorito de sus habitantes. No fue hasta principios de la década de 1940 cuando se prohibieron estos bárbaros espectáculos, lo que provocó un inmediato descenso del interés por la raza y casi contribuyó a su extinción. Según la normativa vigente, los perros canarios debían estar atados y, si no se respetaba la orden, se les mataba. Sólo sobrevivían en granjas remotas en el interior de las islas.
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