Grasas: ¿amigas o enemigas?
Los perros pueden digerir y asimilar altos niveles de grasa dietética, que generalmente se considera una fuente de energía excelente y concentrada. Las grasas también son muy sabrosas y se descomponen lentamente, lo que significa que satisfarán el apetito de su perro entre comidas. Sin embargo, para una salud óptima del perro, las grasas no deben constituir más del 20% de la dieta promedio de un perro.
Las grasas proporcionan ácidos grasos esenciales y transportan vitaminas A, D, E y K solubles en grasa por todo el sistema del perro.
Los ácidos grasos esenciales, ácido araconidónico y ácido cislinoleico (a menudo llamado ácido linoleico) ayudan a regular funciones como las contracciones musculares, la coagulación de la sangre, las reacciones alérgicas y añaden brillo al pelaje.
El ácido araquidónico debe obtenerse exclusivamente de la grasa animal, mientras que el ácido linoleico está disponible en los aceites vegetales. El ácido linoleico es el único ácido graso verdaderamente esencial para los perros.
Comida vegetal para perros con grasa
Los aceites vegetales, como el aceite de girasol, el aceite de linaza y el aceite de cártamo, son ricos en ácido linoleico. El aceite de maíz, el aceite de oliva y el aceite de canola tienen menos del 50% de este ácido. La grasa de aves y de cerdo contienen entre un 15% y un 25% de ácido linoleico.
Una deficiencia de ácidos grasos esenciales dará como resultado un pelaje áspero y seco, caspa, retraso en el crecimiento de los cachorros, problemas de reproducción, pancreatitis crónica, enfermedad de la vesícula biliar, enfermedad hepática, mala absorción y mala salud en general.
Afortunadamente, los perros no padecen enfermedades cardíacas causadas por grasas o colesterol, pero una dieta alta en grasas puede contribuir a otra condición peligrosa, la obesidad. Las dietas altas en grasas también pueden agotar las reservas corporales de vitaminas liposolubles como la vitamina E.
Estas dietas aumentan el riesgo de enfermedad de la vesícula biliar, pancreatitis y diarrea. Los suplementos de ácidos grasos para perros, si se usan, siempre deben estar fortificados con vitamina E.
El almacenamiento comercial seco durante mucho tiempo a veces puede causar una deficiencia de ácidos grasos esenciales en estos alimentos. Los aceites de pescado, contenidos en algunos pescados de agua fría, tienen un alto contenido de ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, que se cree que son útiles para tratar ciertas afecciones alérgicas, de la piel y artríticas.
Una dieta alta en grasas solo debe administrarse a perros de trabajo muy activos, cachorros o perras lactantes y solo bajo el consejo de un veterinario.
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