Cómo los perros nos hacen más felices
Todos queremos a nuestros perros. Nos encanta cómo nos saludan cuando llegamos a casa, nos encanta jugar con ellos, nos encanta acurrucarnos con ellos y nos encanta todo el tiempo que pasamos con ellos. Nada de esto es nuevo, porque no tendríamos y criaríamos perros aunque no nos hicieran felices. Pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo nos hacen felices exactamente? He aquí cómo.
Muestran un amor incondicional
Los perros tienen una forma de hacerte sentir como la persona más importante del mundo, porque para ellos lo eres. Los perros viven el momento, y ahora mismo es el mejor momento. Un movimiento de cola, un lametazo en el brazo y la forma en que te miran a los ojos te hacen saber que eres el mejor. ¿Y a quién no le gusta que le aprecien?
Son leales
Muchos perros adoran a las personas, pero por naturaleza están más apegados a las personas que les proporcionan comida, agua, golosinas, paseos, juguetes y entretenimiento. También son muy protectores y alertas, y reaccionarán inmediatamente si creen que su gente está siendo amenazada. Como valoran sus rutinas, si creen que algo va mal, te lo harán saber.
Nuestros perros Nos relajan y hacen más felices
¿Qué hay mejor que rascar a tu perro en la cabeza, o en la barriga, o en las ancas, o en el pecho, o en cualquier parte? Hacer algo que nos hace felices estimula las cosas en nuestro cerebro que disminuyen nuestro estrés. Menos estrés equivale a menos depresión.
Saben cuándo necesitamos consuelo
El objetivo de los perros es complacer, y les gusta hacernos felices. Al igual que nosotros, necesitan que se les necesite. Ya sea acurrucándose a tu lado cuando estás triste o enfermo, o simplemente moviendo la cola cuando llegas a casa después de un duro día de trabajo, se ofrecen a nosotros para proporcionarnos consuelo.
Perros son compañeros
Si vivimos solos, los perros evitan que estemos completamente solos. Si vivíamos en una casa llena que ahora está más vacía, los perros ayudan a facilitar esa transición. Los perros de servicio ayudan a las personas con necesidades a pasar el día. Los perros nos dan un propósito diario y alguien con quien hablar, porque todo el mundo habla con sus perros.
Perros nos hacen más sociables
Si pudiéramos, pasaríamos todo el tiempo con nuestros perros. Los llevamos con nosotros a los recados y a las vacaciones, y nos dedicamos a actividades que proporcionan diversión a nuestros perros. Ya sea en el parque o simplemente en el barrio, nuestros perros nos ponen en contacto con otros propietarios y amantes de los perros. Muchas oficinas modernas han instituido políticas de aceptación de mascotas para aumentar la moral en el lugar de trabajo.
Los perros son geniales con los niños
Los niños que crecen con mascotas probablemente seguirán teniéndolas durante toda su vida. Los niños que no viven con mascotas pueden superar su miedo a los animales desconocidos si se les presenta el perro de un amigo y aprenden a interactuar con ellos. Los niños que crecen con mascotas son menos propensos a desarrollar alergias a los animales.
Los niños con autismo u otras dificultades de aprendizaje o comunicación a veces pueden interactuar más fácilmente con un perro, lo que puede ayudarles a relacionarse con las personas. Además -y odiamos decirlo-, la esperanza de vida de un perro es mucho más corta que la nuestra, y aunque la pérdida de una mascota es algo inevitable y desafortunado, proporciona una valiosa experiencia de aprendizaje sobre la vida.
Proporcionan una rutina
Nuestros perros nos necesitan para vivir. Necesitan que les demos de comer, que les saquemos a pasear, que juguemos con ellos y que les cuidemos. Cuando tenemos mascotas, nuestras vidas tienen un elemento estructural específico que debemos seguir, y tener un horario ofrece estabilidad diaria.
Los perros fomentan la empatía
Tener algo por lo que preocuparse hace que sea más fácil preocuparse por otras cosas. No tener nada por lo que preocuparse hace que sea menos posible preocuparse por cualquier cosa.
Nos obligan a ser activos
No todo el mundo va al gimnasio, levanta pesas o «hace ejercicio». Pero cada vez que sacas a tu perro a pasear, estás haciendo ejercicio. Si tienes espacio para correr o lanzar una pelota, eso también es ejercicio. Los científicos han demostrado que cuanto más tiempo podamos estar físicamente activos, más longevos seremos. Y eso significa que podemos pasar más tiempo con nuestros perros.
Son buenos para el corazón
Los científicos que estudian estas cosas también han determinado que tener una mascota puede ayudar a reducir el colesterol y los triglicéridos, a disminuir la presión arterial, a reducir la probabilidad de obesidad, a disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular y a aumentar las posibilidades de sobrevivir a un ataque cardíaco. No tenemos las cifras a mano, pero nos suena bien, así que nos lo creemos.
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